Comunicar con empatía: el arte de acompañar a pacientes con cáncer de mama

Blog
Comunicar con empatía: el arte de acompañar a pacientes con cáncer de mama
regresar

La comunicación empática es mucho más que hablar con amabilidad. Es la capacidad de escuchar con atención, comprender sin juzgar y responder con sensibilidad a las emociones del otro. En el ámbito de la salud, esta habilidad se convierte en una herramienta poderosa. 

Ese modelo de comunicación, según el estadounidense Instituto Nacional del Cáncer (NCI) es aquél que permite establecer una relación de confianza entre el paciente, su familia y el equipo médico, facilitando la toma de decisiones, mejorando la calidad de vida y reduciendo la ansiedad.  

Te puede interesar: 5 claves para una comunicación empresarial efectiva durante una crisis 

Imaginemos a una oncóloga que, al dar un diagnóstico de cáncer de mama, se toma un momento para mirar a los ojos de su paciente, explicarle con claridad lo que está ocurriendo y decirle, con voz serena: “Estoy aquí para acompañarte en cada paso”. Ese gesto, aparentemente sencillo, puede cambiar por completo la experiencia de quien recibe una noticia tan difícil. 

Más allá de la técnica: el vínculo humano 

La revista especializada Ocronos define la comunicación empática como un elemento esencial en la relación médico-paciente, ya que permite una comprensión más profunda de las necesidades, preocupaciones y emociones del paciente. No solo mejora la atención, sino que fortalece el vínculo terapéutico y favorece la adherencia al tratamiento. 

En México, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) ha señalado que buena parte de las quejas médicas en oncología están relacionadas con fallas en la comunicación, no con el tratamiento en sí. Esto revela una realidad preocupante: muchas veces, el dolor emocional de los pacientes se agrava no por la enfermedad, sino por la forma en que se les comunica su situación. 

La comunicación como parte del tratamiento 

Los estudios revisados por el NCI muestran que los pacientes que se sienten escuchados y comprendidos tienen más probabilidades de seguir sus tratamientos, participar en decisiones clínicas y enfrentar el proceso con mayor resiliencia. La comunicación empática no cura el cáncer, pero sí puede aliviar el sufrimiento que lo acompaña. 

La Guía Clínica de Comunicación en Oncología, publicada por José Carlos Bermejo y otros especialistas, señala que una mala comunicación puede “metastatizar” emocionalmente al paciente y su familia, mientras que una buena comunicación es, en sí misma, una forma de terapia. 

Recomendaciones prácticas para profesionales de la salud 

A partir de las fuentes consultadas, aquí algunas estrategias concretas que pueden ayudar a mejorar la comunicación empática en el entorno clínico: 

- Escucha activa. Prestar atención plena al paciente, sin interrupciones, mostrando interés genuino. 

- Validación emocional. Reconocer y legitimar los sentimientos del paciente, incluso si no se comparten. 

- Lenguaje claro y accesible. Evitar tecnicismos y adaptar el mensaje al nivel de comprensión del paciente. 

- Parafraseo y reflexión. Repetir o reformular lo que el paciente ha dicho para confirmar que se ha comprendido. 

- Lenguaje corporal abierto. Mantener contacto visual, postura receptiva y evitar distracciones. 

- Gestión emocional del profesional. Practicar el autocuidado para evitar el desgaste por empatía. 

Materiales de apoyo 

Para médicos, enfermeras, radiólogos, laboratoristas, dentistas, psicólogos y otros profesionales de la salud que deseen profundizar en estas habilidades, existen recursos valiosos: 

Guía Empatía, desarrollada por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), FECMA y SEPO, con ejemplos prácticos para mejorar la comunicación con pacientes con cáncer de mama. 

Guía Clínica de Comunicación en Oncología, de José Carlos Bermejo, que aborda desde la entrega de malas noticias hasta la comunicación en cuidados paliativos. 

PDQ® del Instituto Nacional del Cáncer, con recomendaciones para pacientes y profesionales sobre cómo mejorar la comunicación durante todo el proceso oncológico. 

También lee: Escudo de protección: la Responsabilidad Civil que los enfermeros necesitan 

La empatía no es una técnica, es una actitud. En el contexto del cáncer de mama, donde el impacto emocional está a flor de piel, comunicar con sensibilidad, claridad y respeto puede marcar la diferencia entre una experiencia traumática y una vivencia acompañada. 

Temas relacionados

Como operador hotelero en una zona turística costera, parte de tus responsabilidades en el tema de prevención ante la llegada de un huracán, está diseñar mecanismos de comunicación efectiva acordes al tamaño del hotel, a la cantidad de huéspedes y de personal del mismo.

Leer nota