A casi un año de que iniciara la pandemia por COVID-19, está claro que construir para la resiliencia y la flexibilidad de virus será un elemento fundamental del diseño de la arquitectura en el futuro. Este nuevo paradigma plantea una evolución en el diseño de los espacios que cumplan con las máximas condiciones higiénico-sanitarias, que eviten la posible propagación de futuras epidemias.