El 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, una iniciativa de la Federación Mundial de Neurología (WFN) dedicado a remarcar la importancia de la salud cerebral y de la prevención de enfermedades de este órgano, que muchas veces son silenciosas.
Cuando hablamos de enfermedades mentales nos referimos a trastornos que afectan las funciones de la mente, cuando no pensamos con claridad o perdemos el control sobre nuestras emociones.
Diversos reportes de la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano de Seguridad Social señalan que 26% de la población mexicana de 18 a 65 años ha presentado algún trastorno psiquiátrico y que 36.4% lo presentará en algún momento de su vida. También apuntan que los jóvenes menores de 21 años y los adultos mayores de 65 años son los grupos que están en mayor riesgo de presentar trastornos mentales.
Estas cifras se han visto impactadas por la epidemia del COVID-19. Un nuevo informe sobre salud mental realizado por investigadores del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), reporta que la cuarentena aumentó la automedicación y el riesgo de sufrir un trastorno mental. El largo periodo de aislamiento, el estrés por riesgo a un contagio, la separación o pérdida de seres queridos y la incertidumbre laboral tienen una correlación directa con un mayor impacto psicológico negativo.
Cómo mantener un cerebro saludable
Afortunadamente estos padecimientos pueden ser controlados en gran medida por cada uno de nosotros. La Organización Mundial de la Salud (OMS), comparte estas recomendaciones para mantener tu buen ánimo y estabilidad emocional:
Controla los factores de riesgo. La hipertensión, la diabetes, el colesterol, el cigarro, son algunos de los factores que provocan afectaciones cardiovasculares y, por ende, cerebrales.
Haz ejercicio. Estudios que muestran que las personas que realizan actividad física, aunque sea moderada, como caminar media hora diaria, tienen un cerebro más saludable.
Duerme al menos 8 horas diarias. Dormir menos se ha relacionado con el deterioro cognitivo, la pérdida de memoria y daños cerebrales irreversibles. Según un estudio de la University of Pennsylvania, los períodos de desvelo prolongados pueden lesionar las neuronas esenciales para la lucidez y la cognición.
Come sano. Alimentos como carne de cerdo y res, chocolate oscuro y calabaza contribuyen a mejorar las funciones mentales, al participar en la síntesis neuronal de energía, producción y almacenamiento de neurotransmisores neuronales. Mientras que el pescado, nueces, semillas y aceites provenientes de plantas como aceite de linaza soya o canola son ricos en ácidos grasos y omega 3, grasas de suma importancia que favorecen el aporte sanguíneo, de nutrientes, de oxígeno, al organismo en general, pero sobre todo a nivel cerebral.
Haz actividades recreativas y sociales. Fortalecer nuestros vínculos sociales es otro de los factores para mantener un cerebro saludable.
Busca ayuda profesional si lo necesitas. Para el bienestar emocional, es conveniente tratar las enfermedades mentales de manera adecuada y llevar el control médico y psicológico necesarios.
Fuentes: IMSS, OMS, Milenio, WFN
