La importancia de la infraestructura para el agua

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Este concepto será cada vez más citado en las conversaciones entre gobiernos, empresas y personas: seguridad hídrica. La Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua la define como “La capacidad de la humanidad de proteger el acceso al agua para el sostenimiento de los medios de vida, el bienestar  y el desarrollo socioeconómico”.

Cada vez resulta más importante asegurar el acceso al agua para todas las personas y para todos los usos: doméstico, agrícola e industrial. De ahí que en las últimas décadas la humanidad se ha encargado de desarrollar tecnologías que permitan la conservación, gestión y reutilización del agua.

Estas tecnologías son importantes para lograr un proceso clave para la humanidad: la potabilización del agua, pues aunque 70% de la superficie del planeta Tierra es agua, el ser humano apenas puede acceder al 0.77% del agua dulce. 

Por ejemplo, hay diversos sistemas captadores de agua de lluvia, como las ollas pluviales comunitarias, que se usan para acumular agua para el riego y luego canalizarse para tareas de aseo en edificios, viviendas, escuelas y empresas. También existen productos que permean los líquidos en los suelos, como el ecocreto, que permite el flujo del agua y con el que se pueden tener jardines filtrantes o jardines que aprovechen la lluvia.

Otro caso son los acueductos, obras de infraestructura que surgieron hace siglos, junto con los primeros diseños urbanos en el mundo. En México son célebres el de Querétaro o el de CDMX cercano a Chapultepec, si bien pueden verse todavía decenas de tramos en diversos poblados del país. 

Entre los más recientes podemos mencionar el Parque Lineal Viaducto (Ecoducto), construido encima del Río Piedad, entubado desde hace casi medio siglo en la capital mexicana. Es un piso superior, recubierto de plantas endémicas a la zona, con espacios de captación de agua de lluvia. Se creó una cuenca sustentable por la combinación de desarenadores, clarificadores y biodigestores que luego derivan en  humedales artificiales.

Todos estos elementos juntos crean un proceso biológico y químico, que genera agua útil para el riego, a partir del agua del drenaje. Como espacio público, es un parque con una variada vegetación en medio de una vía con gran carga de tránsito y densamente poblada.

Esta infraestructura forma parte de una tendencia creciente: las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), que son actividades asociadas con la protección, gestión, mejora y restauración de la naturaleza para proveer infraestructura resiliente al cambio climático —según define el documento “Mejorando la Resiliencia de la Infraestructura SbN”, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)—. Se trata de esfuerzos humanos para equilibrar grandes obras en zonas naturales (alrededor de una presa, por ejemplo), para rescatarlas (como restaurar un arrecife o un humedal), o integrar lo urbano y lo natural (crear jardines verticales o azoteas verdes).

De acuerdo con el informe del BID, hay numerosos ejemplos en esta forma de procurar y gestionar el agua: biocanales de drenaje y jardines pluviales, restauración forestal alrededor de diques y represas, así como rescatar las cuencas alrededor de las presas para regular el suministro de agua y reducir la erosión.

 

Esta infraestructura ha tomado tal relevancia en nuestra actualidad —y continuará siendo protagónica—así que toda obra que se desarrolle al respecto debe resguardarse cuidadosamente. El seguro especializado en Construcción de GMX Seguros es el mejor aliado para estas obras, ya sean públicas o privadas. Llama a tu agente especializado o visita esta página para obtener toda la información que dará larga vida a tu construcción.

 

Desarrollar la infraestructura que permite la gestión integral del agua será un elemento cada vez más importante en una sociedad en la que este líquido debe ser consumido por cada vez más personas e industrias. Abordarlo desde una infraestructura de soluciones hídricas no solamente contribuye al desarrollo de las comunidades, sino que ofrece una visión esperanzadora: es posible hacer un mejor uso del agua y conservarla durante muchos años más.