Derivado de la situación por coronavirus se espera que el sistema de salud evolucione y migre hacia un modelo de consultas en línea, clínicas especializadas y la implementación de la telemedicina, así se lee en un estudio reciente de la consultora EY, que fue realizado a una muestra de 5,500 personas a nivel nacional durante los meses de abril y mayo.
En el reporte, 77% de los encuestados señaló que acude usualmente a hospitales públicos, pero 75% los ha evitado en los últimos meses. Como resultado de la pandemia, las personas están explorando nuevas alternativas, lo que refleja el inicio de la transformación en la forma en la que las personas buscarán atención médica en el futuro inmediato.
En el mismo estudio, 66% de los encuestados reporta estar dispuestos a tener consultas en línea dadas las circunstancias actuales. 58% la considera una opción atractiva aún después de superada la pandemia.
Al cambiar hacia la atención virtualizada en respuesta a COVID-19, los planificadores de atención médica de todo el mundo están aprovechando las experiencias de China. En China, se recomendó a los pacientes que buscaran ayuda médica en línea en lugar de en persona después de que la pandemia surgiera por primera vez en Wuhan en diciembre de 2019, dice Yanwu Xu, arquitecto principal de salud de Baidu Health, una de las corporaciones de Internet más grandes de China, y una de las tres compañías contratadas. por el gobierno de ese país, para implementar tecnologías de cuidado virtual.
En declaraciones a la revista médica The Lancet desde Beijing, Xu, que es miembro del Grupo Asesor Técnico de Salud Digital de la OMS e investigador del Instituto de Tecnología e Ingeniería de Materiales de Ningbo de la Academia China de Ciencias, explicó que la transformación de la atención virtual de China se desató cuando la agencia nacional de seguros de salud acordó pagar las consultas de atención virtual porque los hospitales y las clínicas estaban llenos.
“Gracias a estas tecnologías, los médicos pueden consultar a más de cien pacientes al día, lo que representa un aumento muy significativo en el número de casos diarios que manejaban en persona en el pasado”, explicó Xu.
¿Cuándo aplica una consulta virtual?
Según el National Center for Biotechnology Information, las consultas por video se pueden utilizar en contextos quirúrgicos para consultas iniciales, entornos de revisión postoperatoria donde se abordan la cicatrización de heridas y cualquier inquietud del paciente.
Los signos clínicos comunes se pueden evaluar mediante videollamadas de alta calidad, que pueden complementarse con fotografías cuando se requiera un mayor detalle. Por ejemplo, cuando evaluamos la cicatrización de heridas, se pueden observar de forma remota signos como el color de la piel, la presencia de exudado y secreción. Algunos pacientes también pueden tener equipo y experiencia para realizar partes de exámenes físicos y utilizar equipo de monitoreo, por ejemplo, para medir la temperatura y la presión arterial.
¿Cuándo es apropiado una consulta remota?
Necesidad clínica sencilla (atención clínica no urgente).
El médico tiene acceso completo a los registros médicos del paciente.
Confianza en que la información requerida por el paciente se pueda brindar y explicar de forma remota.
Es poco probable que sea necesario examinar físicamente al paciente.
Factores a favor de la permanencia del paciente en casa, es decir, personas vulnerables.
¿Cuándo no se recomienda una consulta por videollamada?
Condiciones potencialmente graves y de alto riesgo, en las que la necesidad de un examen físico es urgente
El doctor no tiene acceso completo a los registros médicos del paciente.
Pacientes para los que no es el médico habitual o para los que no se ha dado su consentimiento para compartir información con su médico habitual.
Consultas con un componente de procedimiento, por ejemplo si el paciente necesitará una inyección de esteroides en una articulación.
El paciente no puede utilizar la tecnología o no tiene acceso a ella.
5 buenas prácticas durante las consultas a distancia
La mayoría de los aspectos de las buenas prácticas clínicas, permanecen sin cambios en las consultas remotas.
Al iniciar la consulta por video, se debe confirmar la identidad del paciente solicitando su dirección además de su nombre y fecha de nacimiento.
Si existe alguna duda sobre la identidad, particularmente si es su primera reunión, podría pedir que muestren su identificación en la cámara o por correo electrónico.
Si se va a grabar la consulta, el consentimiento debe obtenerse y registrarse explícitamente durante la cita.
En cuanto a la confidencialidad, el médico debe estar en un espacio privado y bien iluminado, y debe pedirle al paciente que haga lo mismo para garantizar la privacidad física de la consulta en ambos extremos. Asegurar a los pacientes que se respeta su privacidad es particularmente importante en las videollamadas.
Es vital que todo el personal en la consulta esté presente, ya sea que estén frente a la cámara o no.
Siguiendo los pasos anteriores, se pueden lograr consultas remotas exitosas y ciertamente contribuirán a una mayor aceptación de esta tecnología.