Las metas de seguridad, eficiencia y control de todas las fases que integran el trabajo de una sola construcción, de hace unos años a la fecha se solucionan, cada vez mejor, a través de la tecnología.
Uno de los programas más usados en estos días es Building Information Modelling (BIM), una solución de modelado integral de grandes proyectos, en los que puede diseñarse cada detalle de la obra, por capas: desde su estructura y tuberías, hasta la decoración de sus interiores.
En el año 2000 la tecnología hizo posible las imágenes en tercera dimensión. Fue el año en el que nació el software BIM, y apenas dos años más tarde Autodesk retomó la tridimensionalidad para comenzar a elaborar sus propios programas de diseño y modelado, tanto industrial como de la construcción.
La oferta de programas que permiten la creación y administración integral de la obra ha ido creciendo con los años. Los planos, los proyectos y cada detalle toman vida, pueden modificarse y controlarse a partir de esos modelos, lo que ayuda a evitar errores, a calcular costos y materiales de manera más exacta. Y, además, funcionan a partir del trabajo colaborativo.
A la parte de diseño y desarrollo de la obra, también se añade la fase administrativa. En las soluciones BIM todo viene integrado, pero ciertamente en el mercado hay programas complementarios que pueden correr todos en una sola plataforma.
En esencia, lo que se logra con todo esto es que las decenas de proveedores que llegan a participar en una obra puedan identificar, a través de una plataforma, cuáles son sus pedidos, registrar las entregas, gestionar sus facturas y dar seguimiento a sus pagos.
La tridimensionalidad virtual ya es usada, en distintos niveles, por ingenieros, arquitectos, proyectistas e interioristas. De ahí que marcas como Dassault Systèmes o Autodesk ya manejen opciones en esta vertiente.
Además de esa tecnología, las grandes constructoras están usando Blockchain para transparentar sus sistemas de costos y finanzas, mientras que a través de la Inteligencia Artificial se producen algoritmos, a partir de la data generada en las obras, para obtener predicciones de tiempo, de uso de materiales y para prevenir errores.
Las aplicaciones derivadas de la tecnología BIM son numerosas. Entre las más conocidas está Bridge Information Modeling, que se utiliza, precisamente, para crear puentes, que son una de las piezas de infraestructura más complejas en la industria de la construcción.
La digitalización enriquece a esa actividad productiva y a las empresas que la adoptan, lo mismo grandes corporativos, como los pequeños despachos de diseño.
Con toda esta conversión tecnológica, lo consecuente es que los proveedores de esta industria se inserten en esa cadena, para lograr una mejor integración con sus clientes. En este contexto, el espacio de Punto de Venta en Línea (PVL) de GMX es idóneo para esa convergencia, ya que ofrece a nuestros ejecutivos de ventas y corredores, en cualquier día, hora y lugar, una serie de servicios como cotizaciones, conformación de portafolios de clientes o gestión de pagos.
Intégrate a la tendencia tecnológica que ya ocupan tus clientes. Para conocer nuestro espacio PVL, clica aquí (https://pvl.gmx.com.mx/Contratistas/login.aspx) |