La zona es muy cercana al actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: avenida Oceanía. Ahí, el sábado 22 de septiembre, alrededor de las 23:00, un tráiler de caja larga se quedó atrapado en una fosa o socavón que se abrió a su paso, en plena zona urbana.
La unidad transportaba 10 toneladas de mercancía. Dada su magnitud se pensó, originalmente, que el fenómeno había obedecido al peso del camión aunado al pavimento reblandecido por las lluvias constantes que se han presentado en CDMX desde agosto pasado.
No obstante, las indagaciones de la Secretaría de Protección Civil arrojaron que las lluvias no fueron la causa del accidente, sino una fuga de agua en una tubería de agua potable, que impregnó la zona. Es importante anotar que se trata del mismo fenómeno que abrió otro socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca: filtraciones de agua subterránea que terminan convirtiendo la zona en un mazapán que se desgaja fácilmente.
En el socavón de Cuernavaca murieron dos personas en el verano de 2017. Por fortuna, en el socavón de Oceanía, que mide 480 metros cuadrados, no hubo lesionados o algo mayor.
Protección Civil de CDMX informó en un comunicado público que el lugar del siniestro está cerca de un área donde se construye un centro comercial. Por eso, y mientras se subsana esta zona, se suspendió la obra indefinidamente.
A lo largo de esa avenida también corre el Sistema de Transporte Colectivo Metro. Un reporte del organismo que lo administra comentó que, tras una evaluación del lugar, se determinó que no está en riesgo el servicio local, por lo que el tránsito continúa sin modificaciones.
Si bien ya se pusieron en marcha las reparaciones, para el Congreso local el fenómeno del socavón es preocupante, por lo que las autoridades municipales de Venustiano Carranza fueron citadas para que comparezcan ante esa institución y expliquen lo ocurrido, además de presentar un dictamen en el que se indique si la zona presenta el riesgo de registrar más fenómenos como el ya registrado.
Más allá de la preocupación ciudadana por los socavones --no hay que olvidar la oquedad que se abrió en enero de este 2018, en la céntrica calle de Humboldt-- lo cierto es que también es un tema que debe ocupar a las empresas que empleen logística de transportación y, por supuesto, para quienes administran flotillas de carga.
Si el suceso de Oceanía se hubiera presentado en un día entre semana, en hora-pico, probablemente se habría erigido en una desgracia que cobró vidas humanas. De ahí que también resulta esencial que las obra de edificación, como la del centro comercial en este caso, cuenten con cobertura de responsabilidad civil que les ayuden a afrontar estos riesgos, mediante una cobertura por indemnización a terceros por los daños y perjuicios ocasionados por accidentes como éste.
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