En el escenario de la salud pública, a menudo se pasa por alto la crucial labor que desempeñan los veterinarios. Su rol va mucho más allá de las consultas en clínicas para animales de compañía, pues se encuentran presentes en diversos frentes estratégicos para la bioseguridad global. Desde la industria alimentaria hasta el comercio exterior, estos profesionales se encargan de identificar y mitigar riesgos de contagio entre especies animales, así como de prevenir la transmisión de enfermedades zoonóticas a los seres humanos.
En este sentido, su trabajo actúa como una barrera fundamental para minimizar las posibilidades de contagio, tanto en el ámbito doméstico como a gran escala. A raíz de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que el 6 de julio de cada año sea el Día Mundial de la Zoonosis se recuerda, a nivel público, la importancia de evitar enfermedades zoonóticas, es decir, las que se transmiten de animales a humanos.
Este es un elemento importante, ya que información del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que de todas las enfermedades infecciosas emergentes de los últimos años, el 75% tiene un origen zoonótico al menos indirecto, es decir, a través de alimentos.
La gripe aviar, la fiebre porcina, la enfermedad de las vacas locas –por mencionar tres de los casos dados a conocer mundialmente en tiempo recientes– son padecimientos que podrían afectar a los humanos que consumieran productos derivados de los animales infectados. Por supuesto, a escala global se han tomado medidas higiénicas para evitarlo. Y en ellas hay nutridas filas de veterinarios que trabajan lo mismo en laboratorios identificando factores patológicos, que profesionales zootecnistas dando esta batalla en compañías alimentarias, instalaciones agropecuarias y aduanas.
Un complemento ideal para esta labor es que cada profesional cuente con un seguro de responsabilidad civil (RC). Al enfrentarse a diversos riesgos será útil que se cubran por posibles reclamaciones por daños y perjuicios. La protección que ofrece esta póliza de GMX Seguros ampara los gastos de indemnización que debas a un tercero a consecuencia de un daño o hecho realizado sin dolo con motivo de tus servicios como médico veterinario de pequeñas especies.
Efectivamente, la zoonosis puede estar presente en su consultorio. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advirtió sobre los riesgos de zoonosis por la saliva o mordedura de como perros, gatos, garrapatas, mosquitos o murciélagos infectados, que pueden provocar padecimientos como rabia, brucelosis, rickettsiosis, encefalitis y salmonelosis, entre otras.
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La importancia de la labor veterinaria no solo radica en la salud humana, sino también en el bienestar animal. Es importante recordar que la zoonosis inversa, es decir, la transmisión de enfermedades de humanos a animales, también es una realidad. En este contexto, los veterinarios desempeñan un papel crucial en la prevención y el control de este tipo de contagios.
En definitiva, la labor de los veterinarios como guardianes de la salud global es cada vez más reconocida por la sociedad. Su compromiso con la salud pública, tanto animal como humana, los convierte en profesionales indispensables para construir un mundo más sano y seguro para todos.