Ariscos, silenciosos, de mirada enigmática… hay miles de representaciones de los gatos que suelen mostrarlos como seres distantes, fríos y afectos a la leche. Pero lo cierto es que hay tantas formas de ser como felinos en el mundo… no son pocos los gatos que siguen a sus humanos por toda la casa, que son amorosos y sociables.
Diversas publicaciones de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia explican algunos aspectos básicos de la etología —el comportamiento— de los gatos domésticos. Son especialmente valiosos para derrumbar los lugares comunes alrededor de estos animales y son muy útiles para quienes están por recibir a su primer gato en la vida.
1. Son alegres y juguetones. Un gato necesitará en tu hogar un plato para comer, un recipiente para tener, siempre, agua fresca, arena y arenero para sus desechos, un cepillo para acicalarlo, tijeritas para cortar sus uñas… y juguetes. Sí, lo leíste bien. Al ser cazadores innatos, necesitan “atrapar” juguetes, afilarse las uñas, trepar y pertrecharse. Para un gato, el juego es una necesidad básica.
Eso no implica que gastes mucho en accesorios especializados. Tú mismo puedes construirlos, hay cientos de sitios electrónicos que puedes visitar para ver cómo acondicionar cajas y recubrir objetos con superficies texturizadas, para que ellos puedan divertirse.
2. Sí les gusta socializar. Al igual que ocurre con otros seres vivos, cada gato tiene su identidad. Algunos son introvertidos y otros más abiertos, pero lo cierto es que sí socializan. Para que lo hagan exitosamente, respeta sus espacios, no los obligues nunca a acercarse a otras personas o animales y puedes apoyarte incluso en recursos como las feromonas, para que asocien esos olores, que los relajan, con los espacios que les dan seguridad.
3. Les gusta la privacidad… a ratos. Los gatos tendrán sus momentos de convivencia, cuando te buscarán para jugar y para estar cerca, mientras ronronea y tú lo consientes. Pero habrá otros tiempos donde querrá su espacio y se “esconderá” en rincones, para estar solo.
Respeta sus espacios. De lo contrario, se sentirá invadido y tenderá a estresarse.
4. Tú vives con él (o ella). Una vez que el michi se familiarice con tu casa, sentirá que es su territorio y te permite vivir en él porque formas parte de su manada. Por eso es que resulta importante que respetes sus rincones, y que le proveas de algunas cajas estratégicamente acomodadas, para que pueda refugiarse en sus “cuevas”.
4. Les conviene el manicure. Desde que tu gato sea pequeño, acostúmbralo a que te permita cortar las puntas de sus uñas. También es indispensable que le brindes rascadores para que puedan afilarlas. Nuevamente insistimos en que si un gato no puede cumplir con sus funciones instintivas tenderán a estresarse y a observar comportamientos alterados.
5. Croquetas, por favor. La idea del gatito que bebe lácteos no es del todo exacta. Los felinos son carnívoros y requieren una alimentación balanceada. Las croquetas responden a esas necesidades. Pide a su veterinario que te recomiende las que le convienen de acuerdo a su etapa de vida.
Un gato es un compañero de vida. Te acompañará más de una década de ronroneos, sesiones de cariños mutuos y juegos, un ser con una identidad específica al que tú procuras con atenciones.
Complementa los cuidados para tu gato con una póliza que lo ampara en caso de accidentes y enfermedades inesperadas. Pregunta por nuestro seguro para mascotas de Medipet, conocemos los riesgos que corre tu michi y cómo prevenirlos. |