Como buen miembro de la familia de los felinos, los gatos domésticos pueden ser cazadores espléndidos. Lo hacen por instinto y esto se manifiesta desde cachorros: les da por atrapar lo mismo las pantuflas que los sillones, las plantas, las aves y hasta a los humanos con los que conviven.
El problema es que fomentar, a través del juego, esas actividades pueden derivar en un comportamiento agresivo --de ataque-- que realmente pueda herir a los compañeros de casa, vecinos y, por supuesto, a otras mascotas.
Los veterinarios recomiendan que desde los primeros días de vida de un gatito, no se fomenten los arañazos y las mordidas como juegos. Cuando el cachorro empiece a hacerlo, la persona debe manifestar su desacuerdo: con escandalosos lamentos o haciendo un ruido fuerte, para que el gato identifique que esas reacciones no son bien recibidas.
Recuerda que cuando entres en contacto físico con tu gato, debes ser delicado y gentil. De esa forma le estarás enseñando el acercamiento sin agresiones.
Cuando trates con gatos agresivos, considera que si los miras directamente a los ojos ellos lo percibirán como una señal de reto y es probable que traten de atacarte.
Considera, también, que las visitas frecuentes de otros gatos puede incrementar la agresividad del minino de la familia. Sólo permite que conviva con los animales con los que puede compartir casa.
Jugar es una actividad que los ejercita y desestresa. Dedica de 10 a 15 minutos, unas tres veces al día, para jugar con él, pero siempre a través de sus juguetes: que persiga pelotas o ratones de fieltro, para que no te rasguñe. Es importante que el gato también cuente con un rascador para las uñas, y hay quienes les construyen o compran túneles y repisas de juego, para que ellos se diviertan recorriéndolos a solas.
Si tu gato es nervioso, no lo sobreestimules, dale sus espacios a solas, no hagas ruidos fuertes en casa e incluso puedes recurrir a la aromaterapia para que se relaje. Pide al veterinario que te sugiera productos y olores. También servirá si le dejas un espacio para que se esconda o, incluso, una caja con orificios para que pueda esconderse siempre que lo necesite.
Debes saber que los gatos son sensibles a los cambios de rutina, pues esto los estresa. Si notas que ha tenido recientes cambios de conducta es probable que obedezca a un factor que lo tensa: atiéndelo, para cortar de raíz el problema.
Todo lo anterior le dará tranquilidad a tu gato. Y para que tú también puedas relajarte, considera la contratación de Medipet, un seguro para tu mascota, que ampara los riesgos y daños que pueda causar tu gato a un tercero. Además, también le brinda atención médica y preventiva. Aquí encontrarás más información: http://www.medipet.mx |