De acuerdo con la OMS, cada año al menos 200,000 personas mueren de cáncer causado por algún factor de su lugar de trabajo. La principal alerta que el organismo señala es el riesgo de desarrollar cánceres como el cáncer de pulmón y el mesotelioma (un cáncer maligno del revestimiento interno de la cavidad torácica) por inhalar fibras de asbesto y humo de tabaco; o leucemia por exposición al benceno en sus lugares de trabajo.
Estos cánceres y el de vejiga se encuentran entre los tipos más comunes de los ocupacionales. Una de cada 10 muertes por cáncer de pulmón está estrechamente relacionada con los riesgos en el lugar de trabajo.
Actualmente, alrededor de 125 millones de personas en todo el mundo están expuestas al asbesto en el trabajo, y al menos 90,000 personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con este material. Miles más mueren a causa de la leucemia causada por la exposición al benceno, un solvente orgánico ampliamente utilizado por los trabajadores en industrias como la químicas y de diamantes.
Las tasas de cáncer ocupacional son más altas entre los trabajadores cuyos lugares de trabajo no cumplen con los requisitos de protección de salud y seguridad y no cuentan con las medidas de ingeniería necesarias para prevenir la contaminación del aire con sustancias cancerígenas. Por ejemplo, los trabajadores que están muy expuestos al humo de tabaco de segunda mano en sus lugares de trabajo tienen el doble de riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, en comparación con los que trabajan en un ambiente libre de humo.
Actualmente, la mayoría de las muertes por cáncer es causado por el uso generalizado de sustancias como el amianto azul, la 2-naftilamina y el benceno. Aunque existen controles mucho más estrictos sobre estos carcinógenos conocidos en el lugar de trabajo, los procesos de trabajo que involucran el uso de carcinógenos como el amianto crisotilo y los pesticidas, y los que se utilizan en la producción de neumáticos y la fabricación de tinte, se están trasladando a países y empresas con una aplicación menos estricta de las normas de salud ocupacional. Si el uso actual no regulado de carcinógenos en los países en desarrollo continúa, se puede esperar un aumento significativo del cáncer ocupacional en las próximas décadas.
Para proteger a los trabajadores del cáncer ocupacional, la OMS insta a los gobiernos y la industria a garantizar que los lugares de trabajo estén equipados con medidas adecuadas para cumplir con las normas de salud y seguridad y que estén libres de contaminantes peligrosos.
El doctor Fernando Cordera González de Cosío, cirujano oncólogo en el Centro Médico ABC, sugiere a las empresas “ofrecer comida balanceda y saludable a sus empleados, prmover el ejercicio y que le den aceso a estudios de escrutinio y tamizaje, para prevencion y detección temprana. “En el caso de mujeres se deben realizar la mastografía, papanicolau y colonoscopía (detecta y previene el cáncer de colon), los hombres, además de éste último deben agregar el antígeno prostático”, explica el médico.
Por su parte, la OMS da algunas recomendaciones para prevenir cáncer ocupacional:
Evitar el uso de amianto
Introducir disolventes orgánicos libres de benceno y tecnologías que convierten el cromo carcinógeno en una forma no carcinogénica
Prohibir el consumo de tabaco en el lugar de trabajo
Proporcionar ropa de protección para las personas que trabajan bajo el sol.
“Recordemos que el Día Mundial del Cáncer es para recordar a la población la relevancia de estos padecimientos, hacer conciencia de hábitos para detectar y prevenir. Todos los cánceres son mucho más fáciles tratarlos en una detección temprana. Tienen mucho mayores casos de éxito, el tratamiento es menos largo y costoso”. finaliza Cordera González de Cosío.
Datos clave sobre el cáncer
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Fuente: OMS