El cambio climático es considerado uno de los problemas ambientales más importantes de nuestro tiempo, y puede definirse como un cambio significativo en el ambiente del planeta, que permanece por décadas. Una de las evidencias más visibles de este fenómeno es el calentamiento global, que es como se refiere al incremento de la temperatura de la Tierra.
Lo anterior ha sido definido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), una organización de las Naciones Unidas. De acuerdo con esa misma agrupación, en las tres últimas décadas la superficie de la Tierra se ha vuelto cada vez más cálida, y se han superado los registros de cualquier época precedente a 1850.
La elevación de la temperatura se registra tanto en el mar como en la tierra. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar se ha elevado. Esto provoca, por ejemplo, la pérdida de biodiversidad y cambio en la composición de los ecosistemas, así como mayor propensión a incendio forestales.
El grupo conformado por científicos de todo el mundo, también ha incluido manifestaciones como la acidificación del mar, inundaciones recurrentes, incremento en el número e intensidad de huracanes —principalmente en el Atlántico Norte— así como sequías más prolongadas.
A escala global ha aumentado el número de días y noches cálidas. Además hay una disminución de la disponibilidad de agua para consumo humano, agrícola e hidroeléctrico; descenso, también, de la productividad agrícola.
(DESCANSO) Planear, adaptar y mitigar
Frente a los cambios que se observan, los científicos y los legisladores se han planteado diversas rutas para que el planeta logre afrontarlo. Se han concentrado en tres conceptos básicos: planear, adaptar y mitigar.
En México, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) explica que adaptar se refiere al conjunto medidas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados del cambio climático.
Con mitigar, señala también el INECC, se refieren a todas las acciones que se lleven a cabo para aminorar los elementos que derivan en el cambio climático. Por ejemplo, los esfuerzos internacionales por reducir la emisión de gases que causan el efecto invernadero.
Luego también está la planeación, que es la visión y previsión de respuestas ante el cambio climático. En este aspecto los seguros contra daños juegan un papel importante, pues no solamente respaldan el patrimonio individual y colectivo de los países, sino que protegen, también, la economía regional y promueven que se haga una revisión constante de los riesgos derivados de las inclemencias del clima.
Todo lo anterior también está considerado por la comunidad científica mundial. Se le llama organización colectiva. Es un proceso de aprendizaje que integra el conocimiento local y el papel de los individuos y las organizaciones de la sociedad civil. Porque abatir al cambio climático solamente se logrará con acciones que se hagan entre todos, de manera organizada.
En México, los instrumentos rectores de la política nacional en materia de cambio climático son la Ley General de Cambio Climático, la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el Programa Especial de Cambio Climático.
Además, en un contexto internacional, México forma parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) desde 1992. El país participa activamente en las reuniones y acuerdos periódicos que hay en ese organismo global, como la Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés).
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