¿Existe la negligencia veterinaria? Sí y es cada vez más mediática

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En Veracruz se hizo viral el caso de la cachorra felina que fue llevada a una clínica veterinaria para una esterilización y luego murió por complicaciones derivadas de la intervención. En Tamaulipas murió una pitbull, también a consecuencia de una inadecuada cirugía de esterilización. Casi al mismo tiempo, en Chiapas se registró la primera sentencia judicial por negligencia veterinaria contra una hembra canina, a la cual le encontraron gasas olvidadas en el cuerpo, tras haber sido intervenida por un veterinario. 

Los propietarios de la perrita chiapaneca finalmente llegaron a un acuerdo con el veterinario demandado, quien debió pagarles por reparación de daños. Estos tres casos ocurrieron en 2023, se dieron a conocer ampliamente en sus estados a través de redes sociales y otros medios de comunicación.   

Son solamente referencias de un hecho cada vez más presente en el campo de la salud de los animales y se refiere a la responsabilidad de sus profesionales frente a sus pacientes y los propietarios de los mismos. 

 ambién en 2023 una diputada local del Estado de México presentó un proyecto para dar hasta tres años de cárcel al profesional que incurra en negligencia veterinaria. Si bien hasta el momento es solamente una propuesta, lo cierto es que marca una línea cada vez más extendida en el país –y también a escala global– de considerar como parte del bienestar animal a su derecho a ser atendidos médicamente, con las mejores prácticas posibles. 

 

 

De acuerdo con abogados especializados en negligencia profesional, hoy en México es posible presentar demandas ante incapacidades o falta de ética en servicios veterinarios. Se puede seguir frente al Ministerio Público o bien ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dependiendo del caso. 

Al igual que ocurre con otras profesiones ante el concepto de negligencia, se acusa de esa falta de cuidado a los profesionales que atienden animales cuando se demuestra que actuaron con impericia, inexperiencia, dolo o falta de ética contra su paciente, que le causa heridas, padecimientos e incluso la muerte. 

Ahora bien, dado que en México todavía no se reconoce a los animales como personas no humanas, generalmente la demanda se hace por daños a los propietarios de esa mascota o ejemplar. Sin embargo, hay una línea cada vez más clara de reconocer mayores derechos a los animales, por lo que la tendencia es a que el veterinario, al igual que otras figuras profesionales que participan en este campo, deban asumir una mayor responsabilidad legal y social en su práctica. 

La legisladora que propuso sanciones más severas ante la negligencia veterinaria lo explicó así: "Es nuestro derecho exigir sanciones adecuadas a la negligencia veterinaria o mala praxis, bajo esta lógica, ningún animal es sustituible o puede ser calificado como un bien, sino que deben ocupar un lugar en el marco del derecho en donde sea reconocido su acceso a un servicio de salud digno". 

En México hay entre 23 y 28 millones de animales de compañía, es decir, siete de cada 10 hogares cuentan al menos con un ejemplar que cae en esa categoría. 

 

 

Por todo lo anterior, es cada día más estratégico que los profesionales de la salud veterinaria cuenten con un seguro de Responsabilidad Civil que respalde su ejercicio. La póliza que ofrece GMX a estos médicos ampara los gastos de indemnización tengan que cubrirse a un tercero a consecuencia de un daño sin dolo a algún ejemplar de pequeñas especies, que van desde perros y gatos, hasta roedores y reptiles que se consideran animales de compañía.  

Llévalo a tu práctica, para trabajar con una mayor tranquilidad para ti, tu personal y tus pacientes.