Este 18 de julio de 2018 se cumple el primer centenario del nacimiento del líder africano Nelson Mandela. Desde hace poco más de una década, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó esta fecha como el Día Internacional de Nelson Mandela.
Es un homenaje al que es considerado uno de los más grandes luchadores por los derechos humanos y la paz. Fue un preso de conciencia por promover a Sudáfrica libre. Un recluso que llegó a ser presidente de su país.
Nació en una familia de 13 hermanos, perteneciente a la casa real Thembu. Quedó huérfano a los nueve años, y fue educado por un tutor que lo envió a colegios ingleses. Estudió abogacía. En su juventud tuvo contacto con activistas a favor de la libertad para Sudáfrica y por el fin de la segregación racial que implicaba el Apartheid.
Su activismo fue creciendo, hasta que en 1952, el partido le encomendó la divulgación por todo el país de la denominada Campaña de Desafío a las Leyes Injustas, amplia movilización de masas que Mandela condujo a pie de calle con la consigna de no provocar acciones violentas. La policía le arrestó y soltó en varias ocasiones, hasta que en 1962 fue detenido y pasó varios años en la cárcel, culpado de levantamiento social. Fue preso de conciencia durante 27 años.
Pero siempre se mantuvo fiel a sus principios en contra de la discriminación, por lo que se convirtió en un ícono por la igualdad y los derechos humanos.
Cuando cumplió 70 años de edad contrajo tuberculosis. El régimen sudafricano le dio un mejor trato en su convalecencia, hasta que decidió liberarlo en 1989. Paulatinamente regresó a la vida política y continuó abogando por los derechos de los sudafricanos, esta vez en giras mundiales.
En 1991 comenzó la transición democrática en esa nación. Y en 1993, le dieron a Mandela el Premio Nobel de la Paz. Un año después, asumió la Presidencia de su país y se dedicó a construir un estado multirracial y una democracia operativa.
Cuando concluyó su mandato, en 1999, siguió activo en la vida pública y sirvió como mediador para la paz entre las guerras tribales africanas y fue protagónico en campañas de lucha contra el Sida.
Madiba Mandela murió en 2013, a los 92 años de edad. Recibió, a lo largo de su vida, más de 200 reconocimientos por su compromiso con la humanidad. Un enorme sentido de responsabilidad que hoy es ejemplo e inspiración para el mundo y un modelo de referencia para los servidores públicos.
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Imagen cortesía de: nelsonmandela.org
