Este 17 de agosto se conmemora el Día Internacional del Animal sin Hogar. Puede convertirse en el mejor pretexto para cumplir con ese deseo que ha estado rondando en tu mente en los últimos tiempos: llevar un animal de compañía a tu vida. Quizá un gato.
Qué mejor manera de honrar la fecha que haciéndolo. Debes saber que, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies, en México poco más del 70% de los gatos y perros se encuentra en situación de calle, muchos de ellos porque fueron abandonados.
La Asociación señala que este problema crece 20%, cada año. En el caso de los gatos se acumula más que en el de los perros, pues su capacidad de procreación es más rápida: las hembras ya pueden reproducirse al cumplir entre cuatro y cinco meses de edad. En cada camada pueden llegar a parir de tres a ocho gatos.
Su periodo de gestación es de nueve semanas y pueden reproducirse, prácticamente, cada tres meses.
Por eso, si quieres tener un gran amigo de compañía en casa y hacer el bien a los animales, adoptar un gato (incluso un gato adulto) es de lo más aconsejable.
¿Por qué hacerlo en una etapa adulta? Podrás darle un mejor nivel de vida, sin duda. Además, según el fabricante de alimento veterinario Hill’s, encontrarás otras ventajas:
Con un gato adulto ya sabes qué carácter esperar. En cambio, un cachorro te puede dar una sorpresa (no necesariamente agradable) al cabo del tiempo.
Te ahorras las travesuras de un cachorro. Esto es un factor clave para las personas que consideran que no tienen paciencia para un gatito.
Si se trata de un gato que ya vivió con una familia anterior, lo más probable es que ya esté entrenado para convivir en cuestiones como usar el arenero y no usar los sillones de “rascador”. Es decir, puede facilitarte el camino.
Si ya te animaste a considerar esta alternativa, aquí van más consejos expertos para elegir tu gato adulto:
1. Compatibilidad. Si más bien tu idea es tener un gato hecho ovillo junto a ti en las tardes de lluvia, entonces elige uno de carácter tranquilo y hogareño. La idea es que hagan mancuerna.
2. Amigo de tus otros animales. Si ya tienes otros animales de compañía, elige un gato adulto que esté acostumbrado a convivir con otros animales en casa: verás cómo te evita guerras domésticas.
3. Conózcanse. Procura compartir algún tiempo con el gato, para que ambos vean si son compatibles el uno con el otro.
4. Prepárate. Consulta con el veterinario qué requerirás para tu gato: un collar con sus datos, una caja transportadora, arenero y cojín de reposo, además de su dispensador de agua y comida. Esto es lo básico para preparar tu hogar a la llegada del nuevo miembro.
5. Detalles de salud. También en el veterinario deberás revisar si está bien de salud tu gato, si requiere vacunas, de alimentación especial, así como un baño y mantenimiento en las uñas. Cada aspecto cuenta y es importante considerarlo para comenzar con el pie derecho esta nueva amistad.
Para la adopción puedes acudir con particulares o con centros de protección animal sin fines de lucro. ¿Sabes qué es lo mejor? Que adoptando a un gato adulto le estás dando lo que quizá será su última oportunidad de vida, para convertirse en tu mejor compañía.
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