Cualquiera que sea tu especialidad como médico, no estás exento de enfrentar problemas judiciales por demandas de tus pacientes
Leer notaConsentimiento Informado: protege tu práctica médica
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Resulta esencial en la clínica y el consultorio, especialmente en cirugías estéticas. Su complemento ideal es la póliza de RC profesional.
María*, una paciente de 35 años, decidió someterse a una rinoplastia en la Ciudad de México. Antes de la operación, su cirujano le explicó detalladamente los riesgos y beneficios del procedimiento, y María firmó el consentimiento informado, asegurándose de que comprendía todas las implicaciones. Esta decisión informada no solo le dio tranquilidad, sino que también protegió legalmente al médico en caso de complicaciones.
Esta historia es real (excepto el nombre, que fue sustituido a petición de privacidad de la paciente). Y es justo el lado opuesto a las historias de pérdidas que suelen publicarse, alrededor de estos temas, en los medios de comunicación.
¿Qué es el consentimiento informado?
El consentimiento informado es un proceso mediante el cual un paciente recibe toda la información necesaria sobre un procedimiento médico, incluyendo sus riesgos, beneficios, alternativas y posibles complicaciones. Este proceso culmina con la firma de un documento que certifica que el paciente ha comprendido y acepta voluntariamente someterse al tratamiento.
Por su naturaleza abierta, en la que se explica con claridad los riesgos de una intervención, es una práctica esencial en la medicina moderna por varias razones:
- Empodera al paciente. Permite a los pacientes tomar decisiones informadas sobre su salud y tratamientos.
- Transparencia. Fomenta una comunicación abierta y honesta entre el médico y el paciente.
- Prevención de conflictos. Reduce la posibilidad de malentendidos y conflictos legales al asegurar que el paciente está plenamente consciente de lo que implica el procedimiento.
Tragedias mediáticas
Lamentablemente, los resultados insatisfactorios en cirugías estéticas son tan comunes que, incluso, hay programas de televisión dedicados a hablar de esos casos y sus procedimientos correctivos. Sin embargo, las consecuencias pueden ir más allá de los desperfectos en la apariencia.
Se ha reportado, por ejemplo, el caso de una mujer que tras dos intervenciones estéticas simultáneas, entró en estado de gravedad y murió a las pocas horas. En otro caso, otra mujer tuvo consecuencias de largo plazo y severas complicaciones de salud, luego de que su cuerpo rechazó los implantes recibidos.
Este último caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien a partir del estudio de esta situación, estableció nuevos parámetros respecto al consentimiento informado en el caso específico de cirugías estéticas. El máximo tribunal legal analizó si el cirujano plástico había cumplido con sus obligaciones legales y de cuidado respecto al derecho del paciente a recibir un consentimiento informado en el contexto de una cirugía estética, y si se consideraban los elementos de responsabilidad civil en la atención médica antes, durante y después del procedimiento quirúrgico.
Esa acción abordó la falta de consentimiento informado en procedimientos estéticos, destacando la necesidad de este documento para proteger tanto a pacientes como a médicos.
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Consentimiento informado y responsabilidad civil
Por todo lo anterior, el consentimiento informado es crucial para reforzar la responsabilidad civil en la práctica médica. Al obtener el consentimiento informado, los médicos pueden demostrar que han cumplido con su deber de informar al paciente, lo que puede ser una defensa clave en caso de demandas por negligencia. Además, este documento puede ayudar a mitigar los riesgos legales y proteger la reputación del profesional de la salud.
Su complemento ideal está en las pólizas de responsabilidad civil profesional. Para los profesionales de la salud, contar con una póliza de responsabilidad civil profesional es fundamental. Estas pólizas ofrecen:
- Protección legal. Cubre los costos legales en caso de demandas por negligencia o mala praxis.
- Resguardo financiero. Protege los activos del médico.
- Tranquilidad. Permite a los médicos ejercer su profesión con mayor confianza, sabiendo que están protegidos ante posibles reclamaciones.
Si eres un profesional de la salud, no dejes tu práctica desprotegida. Adquiere una póliza de responsabilidad civil profesional y asegura tu tranquilidad y la de tus pacientes.