Si algo saben los actores del sector hotelero es del protagonismo del viento cuando se desata un huracán. La previsión in situ en este tipo de fenómenos meteorológicos se basa en guardar, anclar y resguardar todos los objetos que puedan ser desplazados por la fuerza de las corrientes que soplarán durante la tormenta.
De ocurrir vientos costeros de entre 64 y 117 kilómetros por hora (km/h) suelen identificarse como tormentas tropicales. Pero cuando se rebasan estos parámetros, los meteorólogos tienen una escala para medir los vientos, la Saffir-Simpson, que clasifica la intensidad de los huracanes. En términos generales, la escala se divide así:
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Escala |
Velocidad del viento (promedio de vientos sostenidos durante un minuto) |
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1 |
De 119 a 153 km/h |
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2 |
154 a 177 km/h |
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3 |
178-209 km/h |
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4 |
210-249 km/h |
A mayor intensidad del viento, mayores probabilidades de catástrofes. Wilma y Katrina (ambas en 2005) son ejemplos de fenómenos de escala 4. Si quieres conocer, a detalle, cada una de estas fases, consulta este documento de la Universidad de Florida.
Fuertes lluvias y vientos de diversa intensidad es lo que ocurre en los huracanes, que es como se conoce a estos fenómenos en el océano Atlántico occidental y el océano Pacífico oriental. Si ocurren en el océano Índico y el océano Pacífico sur, se identifican como “ciclones”, mientras que si se registran en el océano Pacífico occidental son “tifones”.
Se pueden nombrar de manera distinta, pero todos tienen en común la estela destructiva que dejan a su paso, de diversa profundidad, según la intensidad con la que ocurren y la preparación de los lugares por los que atravesarán.
Para el cuidado de tu hotel en un destino de sol y arena puedes hacer mucho para construir una cultura de prevención. Diseñar un conjunto de acciones para asegurar y proteger vidrios, mobiliario, jardineras y, por supuesto, personas, en caso de huracanes. Pero hay otras dos herramientas que son fundamentales para respaldar todas estas acciones: los seguros tradicionales y los seguros paramétricos.
En un seguro tradicional hecho a tu medida –como los que diseña GMX Seguros– protegerás áreas estratégicas de tu propiedad. Y con un paramétrico podrás cubrir las pérdidas financieras que se deriven de ese fenómeno.
Al contratar un seguro paramétrico se establecerá la cobertura según los rangos en los que ocurra el viento. De tal manera que podrías fijar que, por ejemplo, se active siempre y cuando el viento exceda los 200 kilómetros por hora o lo que entre tú y GMX Seguros establezcan que es relevante para la zona en la que se encuentra tu hotel o negocio.
Veamos un ejemplo de paramétrico: supongamos que ocurrió un huracán con vientos en el rango en el que lo contrataste, pero que en realidad tu hotel o propiedad no fue severamente dañado, pero los turistas cancelaron sus visitas pues el aeropuerto cerró sus operaciones. Pues bien, tu paramétrico de todas formas se activará, te será pagado en un plazo de alrededor de 30 días, y servirá para que compenses las pérdidas económicas que tuviste por esas cancelaciones..
En un paramétrico, los clientes eligen y personalizan su cobertura, por eso son cada vez más solicitados. También porque, frente al cambio climático, los fenómenos meteorológicos suelen ser más extremos y, por lo tanto, se requiere más de este tipo de cobertura.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la temporada de huracanes 2022 iniciará en mayo en el Pacífico, y en junio en el océano Atlántico y el Caribe, misma que terminará en noviembre de 2022. Usualmente, septiembre, octubre y noviembre suelen ser los meses con más actividad en este sentido.
También se sugiere considerar que en este año atravesamos por el fenómeno climático conocido como “La Niña”, que podría influir en que la temporada de huracanes sea más prolongada.
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Si quieres fortalecer la seguridad de tu patrimonio hotelero, incluye en él a los seguros paramétricos de GMX Seguros. |
