Se ha vuelto una imagen de todos los días en las calles y los parques: humanos y perros transitando, juntos, en paseos que varían en velocidad y distancia. A ellos se suman los caminadores de perros profesionales, que traen una manada de varios ejemplares, de todos los tamaños y colores.
Pero ¡Cuidado! allá va perro corriendo, sin correa, a riesgo de atravesarse en medio de los autos en movimiento. O ese otro que también va suelto y que puede tirar a un adulto de la tercera edad que pasa cerca. O aquellos perros que se gruñen peligrosamente, en la esquina de esa cafetería, y que podrían empezar un pleito en cualquier momento.
Los perros regalan mucho a la vida de los humanos y de sus comunidades. Pero hay que ver que sacarlos a pasear, una actividad muy importante para ellos y que se hace al menos dos veces al día, es un ritual que exige medidas de seguridad, tanto para el perro, como para el humano responsable y la gente que los rodea.
¿Qué es lo que hay que considerar para hacer una caminata idónea? Aspectos como la planeación de horarios acordes con la temporada y los accesorios adecuados serán indispensables para tener buenas experiencias en esta actividad y prevenir siniestros.
1. El clima. Empecemos por lo más básico: mucho frío, mucho calor y mucha lluvia suelen comprometer las salidas de los perros. Son factores a tomarse en cuenta, por el bien de los humanos y de los canes.
En tiempos de calor, el asfalto se calienta mucho y puede quemar –y herir de gravedad– los cojinetes de las patas de los perros. Así que hay que evitar salir en las horas de mayor intensidad solar, además de considerar la adquisición de protectores para las patas (calzado para ellos). Por supuesto, es muy importante traer un traste portátil para servirles agua y que se mantengan hidratados.
Para la lluvia, los impermeables y botas para perros resultarán muy útiles, si es que es inevitable salir bajo el agua. Lo mismo pasa con el frío: aquí los abrigos también son muy importantes, para evitar resfríos.
2. Correa, por favor. Pocos lo saben, pero en el Artículo 30 de la Ley de Protección de Animales que rige en la CDMX se establece que todo propietario encargado de pasear perros está obligado a ponerle una correa al perro, al estar en la vía pública.
Hay quienes pretextan la “buena educación” de sus perros para evitar el uso de collares y cadenas. Pero lo cierto es que es indispensable sujetarlos para evitar pleitos con otros perros, fugas sorpresivas, así como ataques o molestias a otros humanos. En este rubro, los accesorios también ayudarán mucho: hay arneses de torso, ideales para perros medianos y grandes, que les dan buen apoyo y facilitan la contención del perro.
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3. Evitar que ingieran alimentos de la vía pública. Lamentablemente, son constantes los reportes de perros que han sido envenenados al dejar comida contaminada en la vía pública, precisamente para intoxicarlos. Es importante no perderlos de vista, para prevenir que lo hagan.
Habrá quienes querrán apoyarse en un bozal para garantizar que no coman nada en la calle.
4. Visibilidad. Si sales de noche con tus perros, es conveniente que tanto tú como tu perro porten chalecos con bandas reflejantes, para que puedan verlos en la oscuridad. Si no, también hay collares con bandas reflejantes. Esto para evitar accidentes de tránsito, tanto con ciclistas como con automóviles.
5. Mantener la distancia con otros perros. En los parques de las colonias suele ocurrir que se encuentran siempre los mismos perros, que ya se conocen y juegan juntos. Pero si se transita por vías en las que pasan canes desconocidos, lo mejor es –nuevamente– llevarlos con correa y mantener una distancia, para evitar peleas entre animales que son sumamente territoriales.
6. Rutas conocidas y alternadas. Es importante trazar rutas que ya hayas identificado como sin altos riesgos para ti y tu perro, y que puedas irlas alternando, para evitar que se aburran pero también para andar por terreno conocido.
7. Concentración y prudencia. Siempre está la tentación de ir hablando por teléfono mientras se pasea al perro o de escuchar música a todo volumen. Pero es importante evitar distractores, pues hay que levantar las suciedades de los canes, evitar que coman lo que se encuentran en la calle, prever interacciones con otros perros o cuidarse de autos y bicicletas. Dedica ese tiempo para ejercitarse y convivir con tu perro: es un buen principio para la seguridad.
8. Porta un seguro de Responsabilidad Civil. Si algo hay que aprender en todo este proceso es que hay que cuidar al perro y también hacerse responsable de los daños que pudiera ocasionar sobre otras personas o bienes. Un producto como Medipet, de GMX Seguros, que ofrece una cobertura por Responsabilidad Civil, pero también cubre a los perros en caso de accidentes y de algunas enfermedades. Encuentra aquí todos los detalles.
9. Camina por suelos aplanados. Puede ser pasto bien cortado y otras superficies planas, en donde puedas identificar plenamente que no haya objetos punzantes, como vidrios rotos. Prevenir así, también, que haya insectos u otros animales que puedan picarlos o herirlos.
Finalmente, cuando regresen a casa, puedes asear sus patas y hocico con una toalla reservada para su uso único, humedecida con agua limpia. Es mejor hacerlo así y evitar usar otras sustancias que podrían irritar su piel. Cepíllalo, hidrátalo y deja que descanse.